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ESP



14 de junio del 2020


Racismo en Tierra de Gracia



Venezuela se jacta de ser mestiza. De tener la sangre mezclada. De haber aceptado inmigrantes y de tener a las mujeres más bellas del mundo, elevando un estereotipo de mujeres altas, morenas, de cabellos largos oscuros y pieles que brillan con el sol. Sin embargo, existe arraigado a la sociedad un racismo respaldado en chistes y bromas que causa más daño a sus propios habitantes de lo que ellos mismos creen.

Los hechos que han acontecido a Estados Unidos en las últimas semanas, luego del asesinato de George Floyd y el inicio de una serie de protestas en contra del racismo en el país del norte, enarbolaron en Venezuela un tema. Ahora cabe hacerse distintas preguntas, ¿el venezolano es racista? Y ¿por qué se jacta tanto de no serlo?

Escondido entre las raíces de una sociedad plagada de problemas sociales y culturales, prendido a las mentalidades y a frases que forman parte del vocablo venezolano, como “mejorar la raza” o “pelo malo”, se encuentra una conciencia colectiva de rechazo hacia las pieles distintas, claras u oscuras, pintado de llamadochalequeo. Una llamada costumbre que parece pudrir a la sociedad más que cualquier otra cosa.

Sin embargo, este chalequeo se aleja de las bromas cuando discotecas en Las Mercedes evitan la entrada a personas de pieles oscuras. Cuando hay casos de profesores despedidos de colegios de Caracas por el color de su piel. Cuando existe un estereotipo de malandro plasmado a estas pieles, y cuando las mujeres del Miss Venezuela son discriminadas y tratadas como menores cuando son de ascendencia asiática o cuando provienen de ciertos barrios del país.

De acuerdo a un estudio de The Washington Post publicado en 2013, Venezuela es el país más racista de América. Degrada a sus habitantes y a sí mismos. Es crítica a sus raíces. Llama indios como insulto a quienes no saben hacer algo. Tiene dichos jocosos que tachan a la sociedad como una degradante y cada vez más intolerante.

“Yo no soy racista pero”, es la frase de respaldo: pero todos los malandros son negros. Pero como te van a gustar esos tambores si eso es de negros y babalaos. Pero tiene el pelo malo. Pero las blanquitas tienen la vida hecha. Pero hay que mejorar la raza. Pero aunque es negrita es inteligente. Pero como va a estar esa chama con ese negro.

Es jocoso designar al amigo de piel más oscura como el negro; decirle a la niña de rulos que se lo planche porque le va a quedar más bonito; comentar entre risas que alguien de piel oscura tiene nariz de escopeta; que el trabajo duro se clasifique como trabajar como negro.

Los extranjeros latinoamericanos son unos indios. Las mujeres de servicio son unas guajiras. la piel ligeramente más oscura implanta el apodo de el negro. el color de la piel define para la sociedad la posición social, las personas no se pueden sentir ofendidas porque significa que no soportan el chalequeo, y estar en contra de una actitud es ser un dolido.

Se han creado modismos y palabras solo para respaldar una cultura de rechazo y odio. Para evitar las denuncias y continuar cultivando costumbres de aversión.

La multiculturalidad es usada como defensa o inmunización al rechazo. Los negocios están decorados por carteles que prohíben la discriminación, pero en la práctica son ignorados, los juicios son parte de la cotidianidad y la generalización y la actitud despectiva son el cáncer de los venezolanos.

El clasismo es hermano del racismo. El vocabulario racista ha sido normalizado. La negación a las raíces es constante y una burla. Ser negro está mal, ser blanco también; tener antecedentes aborígenes y hablar de ello es un crimen y una causa de odio; la televisión nacional está plagada de personajes europeos y los únicos de piel oscura representan papeles de malandros o de personas malas.

El racismo es negado, porque no asesinan como en otros países, pero niegan el trabajo, la entrada a lugares y la libertad. Los insultos son constantes, las miradas despectivas son el pan de cada día y es cada vez más sofocante la situación en un país cuya cultura va en declive.

Venezuela está profundamente podrida, sus raíces están dañadas y su cultura está destrozada. Las situaciones son minimizadas, todos se creen inclusivos y parte de un colectivo, pero el que viene de un barrio va a echar tiros, los chinos van a “comerse a los perros”, los europeos tienen la vida hecha, y mil situaciones más, que respaldadas en una cultura de risas y bromas terminan por destruir a una sociedad.
ENG


June 14, 2020


Racism in the Land of Grace



Venezuela prides itself on being mixed-race. On having mixed blood. On accepting immigrants and having the most beautiful women in the world, promoting a stereotype of tall, dark-skinned women with long dark hair and skin that shines in the sun. However, deeply rooted in society is a racism backed by jokes and jests that cause more harm to its own inhabitants than they themselves realize.

The events that have unfolded in the United States in recent weeks, following the murder of George Floyd and the beginning of a series of protests against racism in the northern country, raised a topic in Venezuela. Now it is necessary to ask different questions, is the Venezuelan racist? And why does it boast so much about not being so?

Hidden among the roots of a society plagued by social and cultural problems, attached to mentalities and phrases that are part of the Venezuelan lexicon, such as "improving the race" or "bad hair", there is a collective consciousness of rejection towards different skin tones, light or dark, disguised as teasing. A so-called custom that seems to rot society more than anything else.

However, this teasing goes beyond jokes when nightclubs in Las Mercedes refuse entry to people with dark skin. When there are cases of teachers being fired from schools in Caracas because of their skin color. When there is a stereotype of "malandro" (thug) associated with these skins, and when Miss Venezuela contestants are discriminated against and treated as minors when they are of Asian descent or come from certain neighborhoods in the country.

According to a study by The Washington Post published in 2013, Venezuela is the most racist country in America. It degrades its inhabitants and itself. It is critical of its roots. It calls Indians as an insult to those who don't know how to do something. It has joking sayings that label society as degrading and increasingly intolerant.

"I'm not racist but," is the supporting phrase: but all thugs are black. But how can you like those drums if that's for blacks and babalaos (Venezuelan derogatory term for people of African descent). But they have bad hair. But the fair-skinned girls have it easy. But we need to improve the race. But even though she's dark-skinned she's intelligent. But how can that girl be with that black guy.

It's amusing to refer to the friend with the darkest skin as "the black one"; to tell the curly-haired girl to straighten her hair because it will look prettier; to comment with laughter that someone with dark skin has a shotgun nose; to classify hard work as "working like a black person".

Latin American foreigners are called Indians. Servant women are called "guajiras" (people from an Indigenous village). Slightly darker skin implies the nickname "the black one". Skin color defines social status for society; people can't feel offended because it means they can't handle teasing, and being against such an attitude is being overly sensitive.

Slang and words have been created just to support a culture of rejection and hatred. To avoid complaints and continue cultivating habits of aversion.

Multiculturalism is used as a defense or immunization against rejection. Businesses are adorned with signs prohibiting discrimination, but in practice, they are ignored; judgments are part of everyday life, and generalization and contemptuous attitude are the cancer of Venezuelans.

Classism is the sibling of racism. Racist vocabulary has been normalized. Denial of roots is constant and a mockery. Being black is wrong, being white is also wrong; having indigenous ancestry and talking about it is a crime and a cause for hatred; national television is full of European characters, and the only ones with dark skin play the roles of thugs or bad people.

Racism is denied because they don't kill like in other countries, but they deny jobs, entry to places, and freedom. Insults are constant, disdainful looks are a daily occurrence, and the situation is becoming increasingly stifling in a country whose culture is declining.

Venezuela is deeply rotten, its roots are damaged, and its culture is shattered. Situations are minimized, everyone believes they are inclusive and part of a collective, but those from certain neighborhoods are seen as troublemakers, the Chinese are said to "eat dogs", Europeans have it easy, and a thousand more situations, which, backed by a culture of laughter and jokes, end up destroying society.
Mariangela Verde
mariangelaverde@gmail.com